Así soy y esto es lo que pienso: Leandro Mercado
El piloto argentino nos habla de sus ambiciones en la competición y de sus pasiones fuera de ella.
Piloto. 25 años. De Córdoba (Argentina). Conduce una Aprilia RSV4 RF del equipo IodaRacing en World Superbike. También forma otro equipo con Agustina, su inseparable novia con la que viaja por el mundo (y le acompaña en esta entrevista apostillando alguna de sus respuestas). La semana próxima regresa a Jerez, donde el año pasado perdió dramáticamente la posibilidad de coronarse doble campeón de STK1000.
Lo primero que hago cuando llego a un circuito es estudiar los datos con el equipo, tener toda la información del circuito. Después me arreglo mi espacio. Me gusta tenerlo todo ordenado, el casco, los guantes, los monos y las botas siempre en el mismo sitio. Me paso el día haciendo estas cosas.
Desde mi primera carrera sentí dentro de mí que quería ser piloto. Empecé a correr con 6 años en óvalos de tierra, con motos fabricadas por mi papá. Mi sueño siempre fue representar a Argentina y llegar a correr en un Mundial y hoy en día lo estoy haciendo, es un orgullo.
La cultura de las motos es diferente en Latinoamérica. Hay mucha afición, mucha gente que sigue las carreras de motos, de autos y demás, pero empezar una carrera profesional, ir a correr fuera del país, no es fácil.
La gente no es muy consciente, pero para los no europeos es más difícil llegar aquí. Yo viajo con mi novia Agustina, nosotros dos solos. Vivimos en Italia, mi familia está lejos, mi padre viene cuando puede, pero está en la otra punta del mundo. Así que normalmente es ella la que me acompaña. Hacemos muchos sacrificios para estar viviendo en Italia y para estar en un Campeonato del Mundo. A nosotros nada nos vino fácil.
Me ilusiona que se esté preparando un Round en Argentina el año próximo. Que el Campeonato vaya a Latinoamérica por primera vez en su historia será algo muy bueno. Para mí, representar a Argentina y correr de local sería fantástico y creo que puede ayudar a hacer crecer la afición en Latinoamérica. Creo que un campeonato no de prototipos, sino basado en las motos de producción puede atraer a más pilotos. Talento no falta.
No creo tener una cara oculta, una cara B fuera de los circuitos. Soy siempre igual. Imagínate que siendo argentino soy un desastre con la pelota, un desastre jugando al futbol. ¡Soy piloto, para otra cosa no sirvo!
No, tampoco cocino, no tengo un plato fuerte. Lo que hago es tirar en la sartén todo lo que encuentro en la nevera, pero Agustina puede confirmar que está bueno…
Lo que sí me gusta es ser mecánico de mis motos. Meto mano en mis motos de entrenamiento, les hago el mantenimiento y lo que haga falta. Sí, me gusta ensuciarme un poco.
Me gusta leer biografías de deportistas retirados y que me cuenten su historia. Ahora estoy leyendo Open de Andre Agassi. Está muy bien, me siento identificado con muchas cosas, por ejemplo cuando cuenta cómo empezó y lo que le costó ir a jugar a otros países.
¿El tópico dice que la mitad de los argentinos hacen psicoanálisis? ¡No lo sabía! Yo hablo solo, mi novia me dice que estoy loco porque hablo solo. No puedo dejar la cabeza tranquila, trato de hacerlo y por eso leo esas cosas, y también un libro de psicología del deporte que me ha ayudado mucho.
El peor domingo de mi carrera deportiva fue el del año pasado en Jerez. Ese fue un golpe muy duro. He tenido domingos difíciles, pero ese… lo que más me dolió fue que no tuve la posibilidad de pelear [un problema mecánico en su moto le impidió alinearse en la parrilla en el último momento]. Regalarlo así me dolió muchísimo porque estamos acostumbrados a pelearla…Me costó asimilarlo, aún tengo esa espina dentro.
Cuando vuelva a Jerez seguramente tendré algunas sensaciones, pero no voy a pensar más en eso, me centro en mejorar cada día, en tener mejores resultados y crecer como piloto y como persona. Pero sí, algún recuerdo tendré cuando entre en esa pista.