Fin de semana en Magny-Cours. Hablamos con Xavi Forés el domingo por la mañana, un día después de que haya subido al podio del trazado francés y un rato antes de que tome la salida en la segunda carrera del fin de semana. En el Hospitality del Barni Racing – su equipo durante las tres últimas temporadas- sus padres están viendo el final de la carrera de STK1000. Forés está encantado de tenerles allí. Es un tipo familiar, como queda claro en la conversación con WorldSBK.com

Un podio como el de ayer compensa bastantes sinsabores. Sí, sin duda. Ha sido una temporada bastante positiva, y aunque tuvimos algún altibajo a mitad de temporada, la nota que me pongo este año es de notable. Este podio de Francia refleja bastante el trabajo que hemos hecho durante todo el año.

 Hay veces que me sorprendo a mí mismo. Por ejemplo, ayer no me esperaba tener ese ritmo. Sabía que podía ir bien, pero no esperaba rodar en 37´s durante más de la mitad de la carrera. ¡Me vine arriba ahí en la habitación del hotel viendo la carrera!

En Portugal cumplí 33 años, pero no puede regalarme el podio. Me ‘regalé’ un par de puntos en el codo, que todavía llevo (se cayó al inicio de la primera carrera del fin de semana).

Caerse en la primera curva de una carrera es… una putada, porque desgraciadamente tiras por tierra el trabajo del fin de semana. Ni yo ni el equipo merecíamos esa caída. Me fui de allí muy frustrado, porque mi ritmo era para estar delante, y no pude demostrarlo. Tenía muchas ganas de llegar aquí, y el podio del sábado confirma un poco el trabajo que hicimos en Portimao.

En Portimao sobrepasé el margen y me llevé a Laverty por delante, y eso fue un error grave, algo que no puede suceder, porque al final estamos poniendo en riesgo nuestra vida. Hay que ser consciente de que debe haber un margen. Creo que hoy en día los pilotos lo tenemos bastante claro y solemos respetarnos en la pista. No es como otra época, en la que se trataba de ver quién era el más valiente de todos.

Sí, sé que Swantchz decía que cuando veía a dios, sabía que era el momento de frenar. En mi caso es cuando veo la luz (risas).

Llevo más años de vida corriendo que sin correr. Era pequeño, tenía 5 años cuando tuve mi primera moto, a través de mi padre y de un tío mío que falleció precisamente en accidente de moto. Tenía una fábrica, hacían monos para pilotos y en su día la marca estuvo incluso en el Mundial, con Aspar y varios pilotos más. Ellos fueron los que me compraron la primera moto. Al principio todo empieza como un hobby, pero vas entrando cada vez más, vas haciendo cosas… y hasta el día de hoy.

Ser piloto es algo que te nace y que tiene que venir con naturalidad. No puedes forzarlo. Siempre he dicho que todas las personas tenemos un don para algo. Cada uno tiene que encontrar el suyo y eso forma parte del juego.

Desde fuera, muchos creen que si eres piloto de motos tienes la vida resuelta cuando te bajas de la moto, y no es así. Ese es el caso de muy poca gente en el mundo del motor. Pero sí que es verdad que eres un privilegiado, porque haces lo que te gusta.

Si eres un personaje público, a más o menos escala, estás expuesto a que la gente te valore y te critique. Y tienes que estar preparado para ello. Alguna gente piensa que tenemos tanto y cuanto, o que somos superestrellas, eso es un tópico bastante falso.

Soy una persona muy casera. Claro que me gusta disfrutar con mis amigos y con las buenas compañías, pero es cierto que cuando estoy aquí en las carreras me gusta estar con mis padres, con mi mujer, y cuando corremos en España, a veces vienen mi hermana y mis sobrinos. Me gusta estar relajado, tranquilito y con los míos. Y sí, en un futuro no muy lejano me gustaría crear una familia; me encantan los niños, me gusta jugar con ellos y estar pendiente.

Me encuentro fuerte mentalmente, porque nunca he dejado de creer en mí, ni en el trabajo que hemos hecho durante todo el año con el equipo. En las carreras que han ido peor, hemos intentado solucionar el problema y averiguar de dónde venía. He dado el 110% en cada carrera, tanto si ha ido mal como si ha ido bien. Inconscientemente, esto hace que te sientas fuerte. Esta ha sido la clave de los podios. Somos el único equipo privado que ha conseguido cuatro podios este año.

 Ser piloto te da y te quita cosas, Te da muchas emociones, muchas sensaciones de adrenalina. Las cámaras on board que llevamos no llegan a apreciar realmente todas las sensaciones que tenemos encima de una moto, es algo que vives sólo si eres piloto, y es algo muy emocionante.

 También te quita cosas, sobre todo a nivel familiar, de amigos. Te quita tiempo, porque estas todo el año viajando, pero es algo que nos gusta y que está aceptado desde el principio. Y es algo bonito, porque eres un privilegiado por estar visitando el mundo y trabajando en lo que más te gusta. Así que espero que sea por muchos años más…

 En mi cuerpo hay más cicatrices que tatuajes. Tengo uno en el brazo y otro en el gemelo izquierdo, que me hice cuando murió mi amigo Dani Rivas. Pero las cicatrices van aumentando, he adquirido unas cuantas en estos últimos años aquí con Barni. Ahora tengo estos dos puntos en el codo, me hice un agujero en una mano, otro en la rodilla, me agujereé un dedo en Tailandia. Ah, y la quemadura en el tríceps, de cuando se incendió la moto en MotorLand. Son recuerdos; cuando tenga hijos les contaré la historia de cada una.