Saliendo desde la pole position y con su principal título rival ocho filas detrás, Scott Deroue (Motoport Kawasaki) tenía más números que nadie el domingo para irse de Magny-Cours como el Campeón del Mundo FIM Supersport 300 en 2018.

El holandés se sentía confiado al alinearse en la última parrilla del año, listo para ganar su segunda carrera consecutiva y coronarse campeón, pero el destino había dispuesto las cosas de otra manera. Después de tres vueltas, su  Ninja 400 se ralentizó repentinamente, y cuando todos los rivales le dejaron atrás, Deroue se dio cuenta de la realidad de la situación: El sueño no sería posible. El holandés tuvo que emprender el camino del garaje y aceptar la tercera posición en la clasificación general por segundo año consecutivo.

Comprensivamente, Deroue estaba devastado después de la carrera: "Hemos comenzado muy bien, la salida ha sido buena y me sentía muy fuerte. Realmente no estaba nervioso antes de la carrera porque sabía que tenía el ritmo y que existía la oportunidad de conseguirlo".

"Pero después de tres vueltas, algo en la palanca de cambios se ha roto", señaló. "Es una pena, ya que fue en el motor, no fue realmente culpa de mi equipo ni culpa mía. Estoy realmente decepcionado por esto".

Sin embargo, hay un lado positivo para el holandés, ya que el mismo domingo anunció que permanecerá en la parrilla de World Supersport 300 la próxima temporada: "Ya he firmado para el próximo año con el mismo equipo y para la misma categoría. Estoy muy contento con esto, de trabajar junto con Kawasaki y con MTM de nuevo. Hemos aprendido mucho de este año. Me quedaré con el mismo equipo, los mismos muchachos, así que ya hemos hecho un plan para el próximo año para mejorar la moto. Creo que podemos hacer un buen trabajo el año que viene".

¿A la tercera irá la vencida para Deroue? Sigue su trayectoria en 2019 y, hasta entonces, revive los mejores momentos de la temporada 2018 con el VideoPass WorldSBK