Con cinco títulos mundiales consecutivos desde 2015 y 88 victorias, Jonathan Rea no parece necesitar mucha presentación. Se sabe que es un atleta multidisciplinar, una estrella del motociclismo, un hombre de familia, orgulloso esposo y padre… Pero resulta que el piloto norirlandés siempre tiene alguna capa más por destapar y en esta entrevista nos reveló facetas y creencias inéditas. ¡Sigue leyendo si quieres conocer más al pentacampeón de WorldSBK!

La mayoría de los pilotos encuentran su camino a la cima bastante rápido, pero yo tuve que luchar cada fin de semana para sobrevivir. Geográficamente, era difícil viniendo de Irlanda del Norte. Cuando comencé la competir en velocidad, mi padre y yo teníamos que coger un ferry a Inglaterra todos los fines de semana y luego conducir por todas partes para participar en carreras. Mi padre lo gestionó perfectamente, me entendió incluso en los momentos más difíciles, y creo que me moldeó, y lo que sea que hizo tuvo un efecto crucial en lo que he logrado.

La mayor lección de mi vida provino de esos años de dificultades. Mi formación en motocross también me ayudó a alcanzar todo lo que he logrado. Tuve que afrontar accidentes que casi ponen fin a mi carrera, tuve que lidiar con momentos difíciles antes de convertirme en campeón.

Ahora puedo mirarme al espejo y pensar "Estoy haciéndolo lo mejor que puedo". Ahora que tengo 32 años, he comenzado a aprender a quererme. Cuando era joven, solía enojarme cuando tenía un mal día. Tener experiencia, ser mayor y tener una familia te hace racionalizar las cosas mucho mejor y creo que me he vuelto más sabio.

Cuando estoy en la pista, la atención se centra en mí, mientras que en casa todo gira en torno a los niños y la supervivencia. Cuando estoy en casa, trato de no pensar en absoluto en las motos. Soy un entusiasta de la cocina y me encanta preparar comida. ¡Tatia y yo trabajamos duro para ser como en Master Chef! Me gustan las cosas normales, compartir una botella de vino con mi esposa y acostar a los niños. Los dos juegan al fútbol, ​​y los fines de semana voy al campo de fútbol con ellos.

La vida en WorldSBK me permite un buen equilibrio. Puedo mantener un cierto nivel de normalidad en casa. La mayor diferencia con respecto a cuando gané mi primer campeonato mundial es que ahora hay más personas interesadas, y estoy más ocupado en asuntos de marketing. Pero aún puedo ser padre, esposo y un tipo normal mientras hago mi entrenamiento y todas las actividades con los medios.

Tener una familia es lo más difícil que puedes hacer en la vida, y es algo que te hace darte cuenta de que hay más cosas en la vida que la competición. Amo este deporte, las motos son todo lo que he conocido, pero sé que esta es una vida muy egoísta. Siempre estás viajando, y eso no es normal cuando tienes dos hijos. Siento que sería una pena poner mi experiencia en un estantería en el futuro, pero también creo que depende de lo que hagan los niños. Si continúan con el fútbol, ​​o lo que sea, y quieren viajar, entonces debería ayudarlos. Siento como si mi familia estuviese poniendo sus vidas en pausa para que yo pueda vivir mi sueño.

“Rodéate de buenas personas" es el primer consejo que tengo para quienes están en nuestro entorno, desde el punto de vista familiar y hasta el jefe de equipo. Para mí, los chicos del equipo KRT son como mis hermanos, y es fácil disfrutar cada fin de semana, incluso si estás pasando dificultades. Si he tenido un mal día en la pista, estoy deseando ir a cenar, sentarme con los chicos y bromear sobre cosas normales.

En WorldSBK, la ingeniería es importante, pero las personas todavía hacen la diferencia. He ganado los títulos mundiales porque tengo un buen paquete, pero hay más. También debes gestionar las expectativas y, lo más importante, disfrutar pilotando.

En 2016 estuve pensando en retirarme. Mi objetivo en el pasado era ganar al menos un título mundial. Mi abuelo siempre me decía: ‘Algún día te convertirás en Campeón del Mundo’ y siempre he llevado esto conmigo. Era algo a lo que me agarraba. Podría haberme retirado felizmente a finales de 2015, pero disfruto demasiado pilotando y no puedo dejar de lado esta sensación. ¡Mi objetivo ahora es seguir tratando de ganar, porque me estoy divirtiendo mucho!

Todavía no he asimilado totalmente que he vuelto a ganar el campeonato. Fue tan inesperado ganar en Magny Cours que cuando sucedió, no estaba preparado para ello. Creo que sólo se convertirá en realidad cuando vaya a los FIM Awards y recoja el trofeo y mi medalla con todos los otros campeones en la sala. 

Este año he aprendido a no darme nunca por vencido y a creer más en mí mismo. Desde fuera parecía el hombre de hielo, pero fue difícil. Especialmente cuando nos dimos cuenta de lo fuerte era la nueva Ducati en áreas en las que no nosotros no podíamos ser tan fuertes. Álvaro trajo un nivel muy alto, y tuvimos que dar nuestro máximo todo el tiempo. Este año hemos sumado en todas las carreras, y estoy muy orgulloso de esto.

No soy tan estúpido como para pensar que voy a ganar siempre. Sé que vendrá algún piloto o quizá una moto nueva, o un paquete, quizá una lesión; habrá momentos difíciles, pero quiero tratar de mantener lo que estoy haciendo ahora. ¡Ya veremos!

Hay una pequeña parte de mí que desea tener la oportunidad de ir a MotoGP™ con un paquete competitivo. Pero nunca he tenido esta oportunidad, así que no puedo lamentarlo. He cometido muchos errores, pero nada de lo que tenga que arrepentirme.

Cada temporada me regalo un extra de final de temporada. Tengo una colección de relojes, compré el primero en Qatar cuando llegué por primera vez a WorldSSP. Es una especie de regalo que me hago al final del año.

Algo que nadie sabe es que tengo una fe bastante fuerte y siento que alguien me está cuidando. Cuando estoy confundido acerca de algo, siempre pido ayuda y recibo algunos consejos muy buenos. Este año recuerdo estar saliendo del pit lane para una carrera y pedir ayuda, y sucedió algo que no puedo decir, y el año cambió por completo. Por eso en la vuelta de celebración siempre estoy señalando al cielo.

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